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Desde Olanchito

¿BRIC?

MAREL MEDINA BARDALES

Suena como ladrillo en inglés pero en realidad es un acrónimo de cuatro países extensos y populosos: Brasil, Rusia, India y China, que se reunieron a mediados de junio para discutir la crisis financiera producida por el capitalismo el año pasado.

“Los máximos líderes de Brasil, Rusia, la India y China (BRIC), en su reunión de Ekaterimburgo analizaron temas de lucha contra las consecuencias de la crisis financiera y seguridad energética.

"La celebración de tal reunión fue acordada durante la cumbre del G-8, que se desarrolló en el Japón en verano del año pasado. En Ekaterimburgo se estudiaron las medidas a tomar para eliminar la crisis financiera y reformar instituciones financieras internacionales, así como cuestiones de la seguridad energética".

El presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, reveló una moneda que representa una "divisa unida mundial futura", durante una rueda de prensa, luego de la última jornada de la cumbre del Grupo de los ocho (G8), que culminó en la localidad italiana L'Aquila.

En un momento altamente simbólico en la reunión, el líder ruso declaró ante los periodistas que "estamos discutiendo la utilización de otras monedas nacionales, incluido el rublo como moneda de reserva, así como monedas supranacionales".
Muchos han minimizado la importancia de la formulación de una moneda mundial, menospreciándola meramente como una progresión del SDR (Derechos Especiales de Giro), y considerando que no será algo usado físicamente por ciudadanos en un "sistema de gobierno mundial".

En respuesta, el presidente ruso aseveró que la nueva moneda sería "utilizada como pago" por ciudadanos como una "divisa unida mundial futura", al tiempo que agregó que "este es un símbolo de nuestra unidad y nuestro deseo de acordar juntos tales asuntos". Con la moneda en la mano, el presidente dijo a los reporteros: "Aquí está (...) pueden verla y tocarla".

El tema de una moneda supranacional "incumbe ahora a todo el mundo, incluso a las casas de monedas", explicó Medvedev. La moneda de prueba "significa que se están preparando. Pienso que es una buena señal de que entendemos cuán independientes somos". 

China y Rusia han solicitado repetidamente una nueva moneda global para reemplazar al dólar. A pesar de ellos, cuando Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal y Timothy Geithner, Secretario del Tesoro, fueron cuestionados en torno a los planes de suplantar el dólar con una nueva moneda global, negaron que tal agenda existiera.

No obstante, a pocos días de que Geithner dijera en la audiencia del Congreso que no habían planes de encaminarse a una moneda global, buscó complacer al elitista grupo CFR (Council on Foreign Relations) asegurándoles que él estaba "abierto" a la idea de un nuevo sistema de moneda global. 

El altamente secreto y dominado por el escándalo Banco de Pagos Internacionales, considerado el más importante poder central bancario del mundo, publicó un documento en el 2006 que demandaba el fin de las monedas nacionales a favor de un modelo global de formatos de moneda. 

La moneda mundial sería un elemento central de un sistema futuro de gobierno mundial. A principios de esta semana, el Papa Benedicto hizo un llamado por una "autoridad política mundial" que dirija la economía global.

G8 se manifiesta

Representantes de los países asistentes al G8 cuestionaron el predominio del dólar como moneda de referencia mundial y llamaron a examinar alternativas viables.

En este sentido, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, llamó a una diversificación del sistema monetario internacional: "Un mundo multipolar debe corresponder a un mundo multimonetario (...) No podemos seguir con una sola moneda".

Además, el consejero de Estado chino, Dai Bingguo, declaró en la Cumbre que hay que "promover un sistema monetario internacional más diversificado y razonable".

En medio de la crisis económica, China y Rusia han cuestionado abiertamente la fiabilidad de los activos financieros en dólares, y ha planteado la creación de una nueva moneda de reserva internacional en lugar del billete verde, bajo los auspicios del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En oposición a lo planteado por Francia, Rusia y China, la canciller alemana Angela Merkel, declaró que la idea de inventar una nueva moneda de reserva no es "pertinente desde un punto de vista práctico".

El primer ministro británico, Gordon Brown, también quitó hierro al cuestionamiento de la hegemonía del dólar, diciendo que en la cumbre del G8 no hubo una "auténtica discusión" sobre el asunto.